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Inside Berlín

Muro de Berlin

EL MURO DE BERLÌN

LA HISTORIA COMO JAMÁS TE LA HABÍAN CONTADO

Entender Berlín implica necesariamente entender la Guerra Fría, sus causas y consecuencias, su materialización en forma de muro. Y ninguna ciudad mejor que la capital alemana para comprender un conflicto político que polarizó el mundo en dos grandes bloques que no han desaparecido del todo.

En Berlín, la división tomó la forma de una infraestructura que hasta 1989 dividió la ciudad en dos, descentralizó urbanísticamente, enfrentó a sus ciudadanos y creó dos versiones opuestas de lo que había sido la Segunda Guerra Mundial. Entender Berlín implica comprender su pasado más reciente, sus heridas y recuerdos, su proceso de Reunificación.

Hoy traemos un post especialmente dedicado al muro de Berlín desde todos los puntos de vista posibles, así como recomendaciones de lectura, películas o exposiciones para los que quieran saber más.

ANTECEDENTES DEL MURO DE BERLÍN ¿CÓMO SE LLEGÓ A ESA SITUACIÓN?

Ha de entenderse el muro de Berlín como el símbolo material más representativo de la Guerra Fría, desde su construcción el 13 de agosto de 1961, hasta su caída el 9 de noviembre de 1989. Pero sobre todo, y más que como causa, ha de entenderse como la consecuencia última de un proceso iniciado durante los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial.

Las condiciones de paz del Tratado de Versalles tras la Primera Guerra Mundial llevaron a Alemania a una profunda crisis política y económica que sirvió de caldo de cultivo para el capítulo más oscuro de su historia, el Tercer Reich.

No solamente Alemania aprendió de los errores cometidos durante su primera democracia en la República de Weimar, sino que los ganadores de la Segunda Guerra Mundial -Inglaterra, Estados Unidos y la URSS- entendieron la necesidad de controlar el país a través de la ocupación y sobre todo de evitar otra catástrofe económica como la de 1923.

Conferencia Potsdam
Churchill, Truman, Stalin. Conferencia de Potsdam, verano de 1945

El bando de los Aliados representado por Winston Churchill (sustituido por Clement Attlee, tras las elecciones del 5 de Agosto de 1945), Iósif Stalin, y el presidente norteamericano Harry S. Truman se reúnen en la Conferencia de Potsdam, entre el 17 de julio y el 2 de agosto de 1945. El objetivo de este reparto del territorio fue someter a Alemania a una desmilitarización, democratización y desnazificación llevadas a cabo por los diferentes ejércitos ocupantes. 

Para septiembre de 1945, Alemania y Berlín, tras lo acordado en la Conferencia de Potsdam, se habían dividido en cuatro zonas de ocupación (para Inglaterra, Estados Unidos, la URSS y Francia) y en dos grandes bloques políticos: el capitalismo en el Oeste y el comunismo en el Este. La Guerra Fría iba tomando forma, y supuso, no sólo la separación de una nación en dos, sino la confrontación de dos ideologías y ejes económico-culturales.

La localización de Berlín Oeste, un reducto de capitalismo en el mar comunista que llegaba hasta Japón, unido a las diferencias ideológicas entre Estados Unidos y la URSS -artífices del conflicto-, dieron lugar al comienzo de las tensiones entre ambos bloques.

En esta escalada de tensión, y como respuesta a la creación en 1948 del Deutsche Mark en el territorio capitalista, Stalin decidió aislar Berlín Occidental para poder someterlo a su control. Comunicaciones terrestres así como vías fluviales y ferroviarias fueron cortadas en junio de 1948, dejando la ciudad Occidental sin posibilidad de abastecimiento ni comunicación.

Este bloqueo de Berlín fue resuelto por los aliados creando un puente aéreo entre la RFA y los aeropuertos de Tempelhof y Gatow con aviones que suministraban carbón, medicinas o alimentos.

Puente aéreo Berlín Tempelhof

Tras once meses de bloqueo, Stalin lo mandó retirar en mayo de 1949, llevando al siguiente paso en la separación de ambos bloques: la proclamación el día 23 de ese mismo mes, y bajo la influencia del capitalismo, de la República Federal Alemana (RFA), con capital en Bonn. A ello respondieron el 7 de octubre del mismo año las autoridades de la zona oriental proclamando bajo la influencia del comunismo la República Democrática Alemana (RDA), con capital en Berlín Oriental.

La creación de ambos estados supuso la escenificación definitiva de la Guerra Fría: policía y ejército propios y fronteras cada vez más reforzadas, lo que significó la separación no sólo de dos naciones sino de la Comunidad Económica Europea y la COMECON, dos ejes económicos y dos ideologías políticas.

A nivel militar, también se organizarían dos grandes frentes, representados por la OTAN y el Pacto de Varsovia.

Esta separación con alcance mundial se pronunció aún más en 1952, cuando desde Moscú se decidió cerrar la frontera entre el capitalismo y el comunismo con el telón de acero. A lo largo de 1500 km de longitud entre el mar Báltico y el Adriático, una frontera de campos minados, alambradas electrificadas, soldados y torres de vigilancia no permitía el cruce de la RDA a la RFA, ni tampoco de Hungría a Austria.

En gran medida, la construcción de esta frontera se debió a las numerosas huidas que se habían producido de ciudadanos de la Europa del Este a la zona Occidental. Sin embargo, quedaba Berlín como ciudad de libre circulación y de fronteras abiertas, lo cual permitía acceder desde los barrios del Este a los del Oeste con plena libertad.

La isla de capitalismo se empezó a convertir en la vía de escape de casi tres millones de alemanes orientales en nueve años.

13 DE AGOSTO DE 1961, 2:00 AM. COMIENZA LA CONSTRUCCIÓN DEL MURO DE BERLÍN

La construcción del muro de Berlín se llevó a cabo sin previo aviso la madrugada del 12 al 13 de agosto de 1961. La llamada “Operación Rosa” era conocida por un grupo reducido de personas, Walter Ulbrich (Presidente de la RDA) y Erich Honecker (ministro de Seguridad Estatal) entre ellos, y había sido preparada minuciosamente muchos meses atrás en el más absoluto secreto.

Ese domingo, Berlín Occidental amaneció rodeado de 40.000 soldados armados y 158 km de alambrada de espino que se fueron transformando con el tiempo en un muro de ladrillos, bloques de hormigón y zonas de seguridad.

A pesar de las abiertas manifestaciones en contra por parte de Berlín Occidental, del descontento general, las críticas y la pésima imagen que el bloque comunista estaba proyectando sobre sus políticas, el muro se mantuvo en pie casi tres décadas.

Las potencias occidentales no podían intervenir con un levantamiento militar porque, además de que se quería evitar un tercer conflicto armado, el muro de Berlín había sido construido en territorio comunista (a pesar de que fuesen los ciudadanos libres los que quedaron rodeados).

Siendo Berlín Occidental la ciudad que había quedado cercada para evitar la entrada de los ciudadanos del Este, hubo que llevar a cabo una serie de negociaciones para no dejar la ciudad aislada y permitir la comunicación con la RFA. Se habilitaron así carreteras que comunicaban la isla de capitalismo con ciudades como Hamburgo, Hannover, Frankfurt y Múnich y una serie de pasos fronterizos con diferentes fines y para diferentes tipos de ciudadanos: Friedrichstrasse -el llamado “Palacio de las lágrimas”-, Oberbaumbrücke, Check Point Charlie, etc.

Este último se convirtió en octubre de 1961 en epicentro de la Guerra Fría al ser testigo de un enfrentamiento de tanques soviéticos y estadounidenses durante unas 16 horas. Las consecuencias podrían haber sido desastrosas si alguno de ellos hubiera disparado, teniendo en cuenta que la Segunda Guerra Mundial había finalizado en agosto de 1945 con dos bombas atómicas.

A pesar de que la tensión se fue suavizando poco a poco, esta confrontación militar puso de manifiesto la fragilidad del conflicto mundial del cual Berlín era un campo de pruebas (clic en la fotografía para ver el vídeo).

 

Haz click en el enlace para ver un video sobre este conflicto en Youtube

Confrontación de tanques en Check Point Charlie (Octubre de 1961)

Siempre eran necesarios los cauces burocráticos para obtener permisos de cruce como turista, civil, militar o diplomático, fueran tanto orientales como occidentales. Con el tiempo y a base de negociaciones, la RDA fue convirtiéndose en un sistema más transparente en lo que a concesión de permisos y libertad de cruce se refería. Sin embargo, y en un sentido opuesto, el muro de Berlín llegó a ser una infraestructura compleja e infranqueable para los años ’80.

¿CÓMO ERA EL MURO DE BERLÍN? ¿QUÉ ERA LA FRANJA DE LA MUERTE?

Lo que se conocía como “zona de seguridad”, “tierra de nadie” o “franja de la muerte” era el espacio contenido entre los dos muros de que constaba la frontera. Y a su vez, este espacio, que era variable en anchura en función de la zona de la ciudad, estaba formado por varias barreras: torres de vigilancia, alambradas, barreras antitanques, sistemas de autodisparo, zonas de arena para reconocer la forma de las huellas, soldados armados, etc.

La infraestructura más compleja y eficaz se alcanzó en 1983 con el llamado “muro moderno” o “muro de cuarta generación”, que resultaba el más eficaz de todos: el muro que marcaba la frontera entre ambos bloques estaba formado por módulos de hormigón armado en forma de “L” que sólo podían ser tumbados con un tanque (a diferencia de una de las fases iniciales del muro, en la que éste estaba formado por ladrillos y podía ser derribado por autobuses o trenes).

¡Pasa tu ratón por encima de la imagen, entre los muros de ambos bandos!

A pesar de que esta infraestructura se ubicase sólo en la superficie, las autoridades de Alemania Oriental se dieron cuenta del riesgo que suponía tener una red de S-Bahn y U-bahn considerablemente densa por toda la ciudad.

Las líneas del tren que iban del Este al Oeste y viceversa, se detenían en la estación de Friedrichstrasse, que funcionó como cabecera y paso fronterizo. Para evitar cruces al otro lado de la ciudad, las que procedían del Este volvían al Este y las que procedían del Oeste volvían al Oeste. En otros casos, en estaciones próximas a la frontera, los trenes no se detenían para evitar que la gente subiese o bajase en marcha y escapase al otro lado de la ciudad. Y asimismo, estas “estaciones fantasma” estaban tapiadas con muros internos para evitar el acceso desde el exterior. Además de cerrarse estaciones, se interrumpieron túneles del metro, alcantarillado y cloacas. Con el paso de los años, Berlín Oriental se fue convirtiendo en una ciudad-prisión.

 

Sin embargo, y éste es uno de los aspectos más dolorosos del pasado más reciente de Alemania, algunos historiadores hablan de la existencia de un cuarto muro: el muro del barrio, como muro social y simbólico. Ese muro no tenía tanto que ver con las barreras físicas, sino con el sistema de espionaje con el que contaba el gobierno de la DDR.

¿QUÉ ZONAS DIVIDÍA EL MURO? ¿CÓMO ESTABAN REPARTIDOS LOS SECTORES DE LOS ALIADOS?

El Telón de acero separaba a las alemanias del Este y del Oeste. Sin embargo, en Berlín la situación era más complicada ya que el Muro de Berlín rodeaba el área aliada, que se encontraba situada como una “isla” dentro del territorio de la república Democrática Alemana. Por tanto, se da la situación de que muchas zonas de Berlín Oeste se encuentran al Este de la RDA y viceversa.

¡Descubre cómo quedó dividida Berlín tras la Segunda Guerra Mundial y qué zona rodeaba el Muro de Berlín!

 

Before After Mapa de Berlín

FOTO FUENTES: TUBS y Stefan-Xp

CREACIÓN DE LA STASI. EL ESPIONAJE Y SU IMPACTO EN LA POBLACIÓN DE LA RDA

El Ministerio para la Seguridad del Estado -o Stasi- fue un aparato creado en 1950 como precedente del muro y servía a los propósitos del gobierno en su intento de evitar el más mínimo contacto entre el mundo comunista y el mundo capitalista. Considerado el aparato de espionaje más potente de la historia, la Stasi se caracterizó por su omnipresencia, llegando a entrar a todos los espacios posibles de la vida del ciudadano alemán.

Antigua sede de la Stasi en Berlín
FOTO: Stephen Craven. Antigua sede de la Stasi, hoy en día convertida en museo.
 
Su densa red de colaboradores oficiales y no oficiales salió a la luz cuando el muro de Berlín cayó en 1989 y los alemanes orientales quisieron hacerse con los documentos, filmaciones y grabaciones que este aparato había hecho de ellos. Pero la herida que había provocado el muro no se cerró tras 1989, ya que se descubrió que familias, amigos o compañeros de trabajo se habían estado espiando entre sí por orden de los servicios secretos.
 
A pesar de que a día de hoy cualquier alemán puede solicitar su documentación, muchos de ellos han preferido no saber si fueron objetivo de la Stasi por miedo a conocer quién les había estado espiando.
 
 

FUGAS DEL MURO DE BERLÍN

Por tanto, para entender el muro, ha de tenerse en cuenta que no era sólo una infraestructura física de barreras, sino un sistema de espionaje y control que le aseguró el poder al SED -Partido Socialista Unificado-, organismo político que estuvo en el poder los cuarenta años que duró la RDA. A partir de extorsiones, amenazas, chantajes y también convencimiento para proteger el socialismo de una amenaza capitalista, se puede decir que uno de cada cincuenta alemanes del Este era parte de esta red de espionaje. Esto dificultaba mucho más los intentos de huida, ya que los obstáculos que el ciudadano debía sortear empezaban antes que en la frontera. Estaban en su propio espacio privado o en su círculo de amigos, familiares o vecinos, complicando mucho la posibilidad de encontrar gente de confianza en la planificación de un escape: construcción de túneles, fabricación de una avioneta, diseño de un globo aerostático, etc. A pesar de la imagen algo épica y casi “peliculera” que a veces tenemos de las huidas que se produjeron en el muro de Berlín, lo que el cine de la Guerra Fría ha representado es lo que en realidad estaba pasando en Berlín. A través de la construcción de túneles, empleando pasaportes de ciudadanos holandeses, en el motor o el hueco de la gasolina de los coches, nadando por los canales, saltando desde la ventana de edificios o utilizando las cloacas de la ciudad, hubo entre 1961 y 1989 más de 100.000 ciudadanos de la RDA que intentaron huir a través de la frontera interalemana -el telón de acero- o el muro.

Memorial por Peter Fechter, joven alemán que murió desangrado al tratar de cruzar el muro por el Check Point Charlie en 1962

En este intento, más de 600 personas fueron abatidas a tiros por soldados fronterizos de la RDA o murieron ahogados, en accidentes o se suicidaron al ser descubiertos. Tan solo en el muro y en relación directa con el régimen fronterizo de la RDA, las víctimas mortales en 28 años fueron 136. Algunas decenas de ciudadanos que no tenían intención de huir, tanto del Este como del Oeste, fueron tiroteadas al estar próximas a la frontera. Son numerosas además la personas que murieron de tristeza y desesperación por los efectos que el muro tuvo en su vida. Una de las imágenes más conocidas es la de la huida del soldado fronterizo Conrad Schumann el 15 de agosto de 1961. Tan solo dos días después de la construcción del muro de Berlín y cuando éste aún era una alambrada de espino vigilada por soldados armados, saltó desde Bernauer Strasse hacia el sector francés de Wedding.
 

¿Quieres conocer las mejores fugas del Muro de Berlín?

En el siguiente enlace encontrarás nuestro top de huidas del muro de Berlín. Creatividad y valor a partes iguales, para protagonizar las evasiones del muro más famosas.

VISITAS CÉLEBRES AL MURO DE BERLÍN

Además de lo que el muro significó por sí mismo durante los 28 años que se mantuvo en pie, sirvió también para acuñar una imagen de la Guerra Fría de la mano de políticos o artistas que a través de actos oficiales, discursos o música expresaron su solidaridad con los berlineses y su opinión hacia el llamado “muro de la vergüenza”.

J. F. Kennedy, “Ich bin ein Berliner”, 26.06.1961

Es probablemente la visita más memorable de la Guerra Fría, sobre todo gracias a la frase con la que cerró su discurso. Este tuvo lugar frente al Ayuntamiento de Schöneberg en Junio de 1963, pocos meses antes de ser asesinado en Dallas. En solidaridad con los berlineses occidentales, Kennedy afirmó “ser un berlinés” como ellos. (clic para ver el vídeo).

Mijaíl Gorbachov – “Danke, Gorbi”, Abril de 1987 y Octubre de 1989

Cuando la estabilidad política de la RDA ya se estaba resquebrajando, fue la visita de Gorbachov a Berlín del Este en octubre de 1989 lo que puso de mayor manifiesto la necesidad de cambio y el descontento de los alemanes orientales hacia Erich Honecker y su gobierno. El agradecimiento que mostraron los ciudadanos a Gorbachov con su “Gracias, Gorbi” se convirtió en casi un eslogan de las manifestaciones que un mes más tarde llevaron a la caída del muro. (clic para ver el vídeo).

Ronald  Reagan, “Tear down this wall”, 12.06.1987

En junio de 1987, Reagan pronunció su famoso discurso en el lado Oeste de la Puerta de Brandeburgo. En él instaba a Gorbachov a “derribar el muro”, algo que ocurrió poco más de dos años después. A pesar de que las medidas que se tomaron en el bloque del Este fueron las determinantes para el fin de la Guerra Fría, el haber pronunciado este discurso hizo creer a muchos que la autoría de la caída del muro había sido gracias al presidente estadounidense. un lugar de la frontera próximo a Check Point Charlie. Con seguridad, la visita más emocionante al muro. (clic para ver el vídeo).

Discurso Reagan Muro Berlín
6848 18.09.1959 Лауреат Ленинской премии Мстислав Ростропович. Михаил Озерский/РИА Новости

Mstislav Rostropovich – Música para la Reunificación, 11.11.1989

El 11 de noviembre de 1989, el violonchelista polaco Rostropovich, uno de los mejores del s. XX, tocó frente a un recién derribado muro de Berlín. Sin hacérselo saber a su círculo más cercano, tomó un vuelo a la ciudad nada más enterarse de la caída del muro e improvisó la interpretación de una Suite de Bach junto a un lugar de la frontera próximo a Check Point Charlie. Con seguridad, la visita más emocionante al muro. (clic en la fotografía para ver el vídeo).

David Hasselhoff – I’ve been looking for freedom, 31.12.1989

Y con cierto sentido del humor, y asumiendo que los ’80 siempre serán los ’80, el actor y cantante David Hasselhoff fue protagonista de la noche de fin de año de 1989 frente a la Puerta de Brandeburgo. Casi como un líder político más al nivel de Gorbachov o Kennedy, interpretó la canción I’ve been looking for freedomacompañado por cientos de berlineses y sintiéndose el máximo responsable del final de la Guerra Fría en el mundo. (clic en la fotografía para ver el vídeo)

David Hasselhof

CAÍDA DEL MURO Y REUNIFICACIÓN

El SED -Partido Socialista Unificado- se había mantenido en el poder cuarenta años gracias principalmente a dos herramientas: la Stasi y el apoyo de la URSS.

Las políticas llevadas a cabo por el gobierno de la Alemania Oriental estaban amparadas por el gigante soviético. Lo que supuso la ruptura de esta estabilidad política fue la llegada de Mijaíl Gorbachov al poder en 1985.

Consciente de que la realidad de la Guerra Fría implicaba dejarse llevar por el curso de los tiempos, este nuevo líder del Partido Comunista de la URSS trajo consigo las políticas de la Perestroika y el Glasnost. Ambas se traducían en última instancia en reformas políticas y económicas, transparencia en los medios y, algo que especialmente interesaba a las “naciones hermanas” de la URSS, la retirada de tropas de sus territorios.

Ante estas medidas, países como Polonia o Hungría instauraron gobiernos reformistas desde una base democrática. Sin embargo, la RDA se mantuvo como último bastión de comunismo en el bloque.

De cara a la política internacional, las medidas tomadas por Gorbachov dejaban al politbüro de Alemania Oriental considerablemente desamparado, ya que no se trataba sólo de la falta de apoyo por parte de Reagan o Thatcher, sino que ahora tampoco existía apoyo desde Moscú.

Este panorama internacional de cambio y reformas llenó de esperanza a los alemanes del Este que se echaron a la calle en las llamadas “Revoluciones pacíficas”, iniciadas en Leipzig y extendidas a lo largo de 1989 por las principales ciudades de la RDA. Al grito de “Wir sind das Volk!” – “¡Nosotros somos el pueblo!”, miles de alemanes orientales pedían libertad con la esperanza de que “Gorbi” -Gorbachov- había iniciado un cambio que ya no se podía detener.

friedlicherevolution

 

De igual manera, la Stasi empezó a debilitarse al ver que el partido del que dependía se desestabilizaba cada vez más y empezaba a estar desbordado por unas circunstancias sin precedentes.

La situación se agravó cuando Hungría retiró el telón de acero en verano de 1989, haciendo que muchos alemanes orientales fuesen allí de vacaciones, pudiendo así cruzar la frontera con Austria y finalmente escapar a Alemania Occidental.

Fue finalmente la visita de Gorbachov a Berlín Oriental en octubre de 1989 lo que generó en el SED una dimisión casi en bloque encabezada por Erich Honecker.

En su lugar, Egon Krenz y un grupo más joven de políticos entendieron la necesidad de anunciar reformas en el gobierno referidas especialmente a lo que tenía que ver con los viajes y la comunicación en Alemania Oriental. El anuncio de tales propuestas se llevó a cabo en una rueda de prensa internacional la noche del 9 de noviembre de 1989. Su portavoz, Günter Schabowski, planteó una reforma que entraba en vigor de inmediato y que permitía la libertad de cruce entre Berlín del Este y Berlín del Oeste.

A pesar de la falta de exactitud en sus palabras y la desconfianza que inspiraban estos líderes en gran parte de la población, muchos berlineses fueron con sus pasaportes hacia el paso fronterizo de Bornholmerstrasse para intentar cruzar. La confusión del momento, el malentendido generado en la rueda de prensa y el sensacionalismo de los medios occidentales llevaron a hablar de que el muro había caído. Información que resultaba totalmente contradictoria con la que tenían los vigilantes de los respectivos pasos fronterizos.

Finalmente gracias a la presión popular y a la falta de una orden clara, el paso fronterizo de Bornholmerstrasse fue abierto a las 23.00 h. de esa noche de noviembre.

Si bien la reforma no entraba en vigor “de inmediato”, tal y como fue anunciado para la prensa, lo iba a hacer muy poco después. Era ya imposible cambiar la historia y dar marcha atrás. Y el nuevo gobierno de la RDA convocó, por primera vez en cuarenta años, elecciones libres en las que el SED no resultó ser la única fuerza política.

 

De la mano de la República Federal Alemana y la propuesta de Reunificación de Helmut Kohl, ambas Alemanias votaron conjuntamente en 1990 si querían reunificarse y si Berlín iba a volver a convertirse en capital del nuevo país reunificado.

El 3 de octubre de 1990, entró en vigor el tratado de Reunificación por el que Alemania volvía a ser un solo país, Berlín su capital y la República Democrática Alemana un estado que se daba por disuelto.

 

No sólo votaron ambas Alemanias la posibilidad de su Reunificación, sino que también lo hicieron los respectivos gobiernos de los territorios de ocupación, lo cual resulta significativo porque no dejaba de ser una consecuencia directa de los años del Tercer Reich. Se consideraba para entonces que Alemania había aprendido de los errores del nazismo, había entendido lo que era la democracia y había construido una nueva sociedad que dejaba atrás los horrores de los años ’30 y ’40.

Lo más valioso y que a día de hoy se trata de proteger como si de un tesoro se tratase, es que la Reunificación trataba de poner en común dos estilos de vida y formas de entender el mundo desde la base de la unidad y la estabilidad política.

BERLÍN ANTES Y DESPUÉS DE LA CAÍDA DEL MURO

MEJORES LUGARES EN LOS QUE VER MURO A DÍA DE HOY

A pesar de que la ciudad ha cambiado considerablemente desde 1989 hasta hoy, existen todavía numerosos y visibles reductos de su división y descentralización durante décadas. Tras la caída del muro de Berlín, en lugar de retirar los 158 km construidos, se decidió dejar en pie algunos tramos con fines diferentes, en gran medida para ubicar memoriales y centros de información. Además de los aproximadamente 200 m. de muro conservados en la Niederkichnerstrasse (el tramo probablemente más visible por su céntrica ubicación), el Memorial del Muro de Bernauerstrasse es sin duda el lugar más interesante, riguroso con la historia y respetuoso con las víctimas.

Bernauerstrasse

Comenzando en la estación de Nordbahnhof -antigua estación fantasma que contiene una exposición al respecto-, lo más recomendable es recorrer este memorial subiendo por Bernauerstrasse hasta Ruppinerstrasse, donde finaliza el memorial. El lugar consta de vídeos, fotografías, maquetas y un tramo doble de muro original que aún conserva la franja de seguridad, así como de un centro de documentación que centra sus contenidos en el impacto que tuvo la construcción del muro en las vidas privadas. Bernauerstrasse fue uno de los lugares más conflictivos durante los primeros años del muro, ya que éste atravesaba viviendas o patios interiores, de manera que fue el lugar en el que se construyeron más túneles para huir.

East Side Gallery

Tomando en esa misma calle el tranvía M10 hasta el final de la línea, Warschauerstrasse, se puede llegar en unos 20 minutos al tramo de muro más largo y famoso: East Side Gallery. En este caso, se decidió a principios de los años ’90 mantener en pie unos 1300 metros de muro con la intención de llevar a cabo una galería de arte al aire libre. Se trata del tramo más icónico y buscado de la ciudad, y contiene algunas de las imágenes más representativas del imaginario que define Berlín, como el beso entre Brezhnev y Honecker. El problema que puede ofrecer este tramo es a veces el maltrato al que está expuesto en lo que a pintadas se refiere. Y en ocasiones puede entenderse de manera equivocada su significado. Más allá de que se concibiese este espacio como un lugar para la libre expresión de un grupo de artistas, hay que entender que el muro nunca fue un símbolo pop.

East Side Gallery

 

Otros lugares y memoriales de interés

Existen otros puntos en la ciudad en los que se puede ver, si bien no el muro como tal, pero sí sus instalaciones originales: Glienicker Brücke -o “puente de los espías”-, el Tränenpalast o “palacio de las lágrimas” junto a Friedrichstrasse para el control de pasaportes, la torre de vigilancia junto al memorial por Günter Liftin, o el memorial por la caída del muro en Bornholmerstrasse, el primer paso fronterizo que se abrió la noche del 9 de noviembre de 1989.

¿Quieres hacer un tour del Muro de Berlín con nosotros? pincha aquí

Queremos además aprovechar para recomendaros un artículo sobre las mejores exposiciones y lugares de la ciudad en los que aprender sobre la RDA y la Stasi: Conocer la Alemania Oriental en Berlín.

FILMOGRAFÍA Y LECTURA SOBRE EL MURO DE BERLÍN Y LA GUERRA FRÍA PARA LOS QUE QUIERAN SABER MÁS

Si quieres seguir profundizando en el tema y conocerlo desde más puntos de vista, queremos recomendarte un libro publicado en 2009 que para nosotros ha sido de los más interesantes e ilustrativos sobre el tema: El muro de Berlín (1961-1989), de Frederick Taylor. Además de abordar la construcción y evolución del muro, así como su desarrollo y consecuencias, la obra conecta el pasado de la ciudad desde el punto de vista de la Segunda Guerra Mundial, el significado del comunismo y la victoria de éste por el frente oriental con la construcción del muro en 1961 como consecuencia final de todo el proceso. Por último, queremos compartir con vosotros una serie de artículos que abordan el muro, la Guerra Fría, la historia de ambos “berlines”, etc. desde diferentes puntos de vista.

* Imágenes y vídeos: Creative Commons, Bundesarchiv y Youtube

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