Hoy comenzamos una nueva sección sobre emprendedores en Berlín. En este caso, entrevistaremos a Cristina Pulido, fundadora de Entdeckum, un laboratorio para niños ¿No sabes lo qué es? Cristina te lo explica:
¿Qué te llevó a mudarte a Berlín? ¿Qué te gusta de la ciudad y qué no?
Vine a Berlín por motivos personales. De la ciudad me encantan sus zonas verdes, la facilidad para moverse en bicicleta por ella, su increíble oferta cultural y que prácticamente cada barrio tiene su carácter, así que es como muchas ciudades en una. Siempre encuentras algo que hacer. Lo que no me gusta es la falta de luz en el largo invierno, por más años que lleve aquí, no me acostumbro.
Cuéntanos un poco sobre tu proyecto: descríbenos brevemente la idea y cómo se te ocurrió
En octubre de 2015 inauguré mi laboratorio para niños en Prenzlauer Berg. En él, niños a partir de 4 años tienen la oportunidad de empezar a tomar contacto con la ciencia a través de los diferentes cursos y talleres, adecuados a distintas franjas de edad, que ofrezco. Todos los cursos se ofertan en 4 idiomas.
La verdad es que durante años me he dedicado a la docencia y, en el caso del trabajo con niños, siempre encontré que era una lástima poder responder a sus preguntas sólo desde un punto de vista teórico. Los niños tienen una curiosidad innata y hay que aprovecharla para enseñarles a conectar ciertos conocimientos con sus preguntas sobre el día a día. En los sistemas escolares se empiezan a tocar ciertas materias a edades en las que los niños no ven la utilidad en estudiarlas y se desmotivan. Esto sucede desgraciadamente muy a menudo con las materias de ciencias y, precisamente, Alemania tiene un déficit de trabajadores en áreas científico-técnicas.
¿En qué momento está ahora tu empresa y cuántos pasos has tenido que dar hasta aquí?
En realidad yo no he fundado una empresa. De momento soy “Einzelunternehmerin”, o sea, soy autónoma. ENTDECKUM está a punto de cumplir 2 años, así que aún estoy en una fase inicial, actualmente, de mucho crecimiento, donde se nota ya todo el trabajo realizado en este tiempo.
Los pasos obligatorios fueron pocos, realmente. Aunque yo empecé antes de emprender a hacer cursos sobre “Existenzgründung” (emprendimiento) y a asistir a muchas sesiones informativas, por ejemplo, en Gründerinnenzentrale.
Dado que yo cuando planeé mi emprendimiento aún estaba trabajando como asalariada, pero sabía que mi contrato acababa, tenía derecho a solicitar unas ayudas que ofrece la Bundesagentur für Arbeit para gente que tiene derecho a recibir paro (ALG I), llamadas Gründungszuschuss.
El orden en mi caso fue: recibir formación / información, escribir el Businessplan, solicitar el Gründungszuschuss, darme de alta como autónoma en el Finanzamt, buscar un local y ya empezar con la actividad.
¿Cambiarías algo de lo que has hecho hasta el momento? Tienes algún consejo para otros emprendedores?
La verdad es que creo que volvería a hacerlo todo exactamente igual.
Mi consejo para otros emprendedores es que se informen mucho antes de emprender para decidir, entre otros, cuál es la forma fiscal que más les conviene (U.G., GmbH, Einzelunternhemer…) y que, si no son germanoparlantes, o bien estén muy seguros de controlar el idioma antes de hacer las gestiones ellos mismos o busquen ayuda para ello. El lenguaje de los formularios a rellenar no es obvio y hay que estar seguro de hacer las cosas correctamente.
¿Qué importancia ha tenido para tí el tener buenos contactos o ayuda externa de instituciones?
Para mí ha sido de mucha ayuda tener ayuda y apoyo de personas cercanas (alemanes) que ya eran autónomos, además del apoyo brindado por las asociaciones que informan a futuros emprendedores (hay una oferta muy amplia e interesante en Berlín) y, por supuesto, recibir en Gründungszuschuss me permitió disponer de más capital para poder montar mi laboratorio en la zona adecuada, donde está mi público, que es una zona bastante cara en cuanto a alquileres.
¿Cuáles han sido los mayores problemas que has tenido desde que empezaste el proyecto? ¿En qué o quién te has apoyado para superar estos momentos?
Curiosamente mi mayor problema fue para encontrar local, por la extrema lentitud de algunas administraciones de fincas. En cuanto al trato con las administraciones sólo puedo decir cosas buenas de ellas: desde el Finanzamt hasta la Rentenversicherung, pasando por la Agentur für Arbeit, en todas he encontrado gente extraordinariamente amable y con ganas de ayudar.
No es que yo me haya apoyado en algo o alguien, pero mi pareja ha estado todo el tiempo ahí para cualquier cosa que necesitase y sin él no hubiese sido lo mismo.
¿Y anécdotas? ¿Alguna digna de mencionar?
Fue gracioso al principio que, al montar un negocio que se sale de lo habitual, la gente no sabe lo que es y las primeras semanas tenía gente en la puerta a menudo a preguntar qué era un Kinderlabor. Algunos pensaban que era un laboratorio para análisis clínicos a niños.
¿Has seguido con la misma idea desde el principio o has variado cosas para mejorar o adaptarte al mercado?
El concepto sigue siendo el mismo, pero con el tiempo he empezado a ofrecer líneas algo distintas para los diferentes públicos. Aunque los temas a veces coinciden, los experimentos no son igual para un grupo pequeño de los cursos como actividad extraescolar por las tardes, que para una fiesta de cumpleaños o para un grupo de Kindergarten.
Sabemos que en España eras autónoma ¿Qué diferencias encuentras entre emprender en Berlín y España?
La verdad es que en España me consta que los trámites para montar un negocio son algo distintos de una comunidad autónoma a otra e incluso de un municipio a otro. Creo que en Alemania está algo más unificado, pero realmente yo puedo compara emprender en Berlín con emprender en Barcelona.
No diría que es más difícil en uno u otro sitio, salvando el tema del idioma.
Aquí hay algun impuesto menos que en Barcelona para iniciar la actividad.
Por otra parte, creo que en Alemania las ayudas para el emprendimiento tienen más sentido. En la época en la que yo emprendí, en España se podía capitalizar el paro, siempre y cuando invirtieses el dinero en el negocio. En mi caso, como necesitaba muy poca inversión, no tenía sentido optar por estas ayudas. Además sé de gente que sí optó por ellas y recibían la respuesta mucho tiempo después de haber iniciado el negocio.
Para el tipo de ayuda que yo solicité en Berlín (Gründungszuschuss) has de pasar una criba que demuestre que tu idea de negocio va a ser rentable. No se conceden automáticamente. Y la verdad es que recibí la respuesta a mi solicitud muy rápido.
Por otra parte, como ya he comentado antes, según mi experiencia, el trato con las administraciones, por lo menos en Berlín, es agradable y humano. Tienes una persona asignada a tu expediente y conoce tu caso.
Tienes algún consejo para otras mujeres que, como tú, quieran emprender en un país extranjero… o en España?
Mi consejo, independientemente de ser mujer u hombre, es que quien quiera emprender lo medite adecuadamente. Estamos en una época en la que está de moda decir que si no tienes trabajo, te lo inventes. Esto es muy bonito en teoría, pero no todo el mundo ha nacido para emprender ni tiene por qué querer hacerlo. Para emprender, aparte de muchas ganas de trabajar, hace falta una resistencia muy fuerte a la sensación de no avanzar que se puede dar al principio, sacar energía todos los días cuando aún no tienes apenas clientes para hacer crecer tu negocio, no saber nunca con cuánto dinero puedes contar ese mes… Son aspectos duros para los que hay que estar preparado. Por supuesto que compensa cuando ves cómo tu proyecto va creciendo y ves que puedes vivir de hacer lo que te gusta y como te gusta, pero hay que mirar, incluso dos veces, si hay agua, antes de tirarse a la piscina.
Artículo ecrito por: Hector