Contenido del artículo
¿Qué ver en el barrio judío de Berlín?
Una de las visitas obligadas en Berlín es el Scheunenviertel, que fue uno de los principales barrios judíos de la ciudad. Dentro de este barrio, encontrarás los famosos patios del Barrio Judío. La capital germana esconde un sinfín de patios. Paseando por sus calles te darás cuenta que los edificios suelen tener pasajes, entradas o galerías que te conducen a un patio interior. En muchas ocasiones, estos patios, están conectados con otros bloques de edificios de la calle paralela, parques interiores, espacios comunitarios o zonas de recreo para niños. La mayoría son privados pero muchos se pueden visitar.
Los patios más famosos de Berlín son los que pertenecen al barrio judío, el llamado «Hackesche Höfe«. Los antiguos arrabales de la ciudad se han convertido en uno de los puntos más visitados y más caros de Berlín.
Ruta a pie para el barrio judío de Berlín (mapa)
La calle Rosenstraße de Berlín
Empezaremos nuestra ruta del barrio judío de Berlín desde una callejuela pequeñita muy cerca de Alexanderplatz, enfrente de la Marienkirche. Hablamos de la Rosenstraße.
En esta calle encontraremos un conjunto escultórico que representa un memorial de lo acontecido durante la etapa nazi alemana.
En la calle Rosenstraße encontramos esta obra del año 1995, de Ingeborg Hunzinger, escultora alemana del este. El 27 de febrero de 1943, las SS y la Gestapo comenzaron a arrestar a los judíos que quedaban en Berlín. Esos hombres judíos serían trasladados a diferentes campos de exterminio. Entre los más de 8.000 arrestados había muchos hombres casados con alemanas no judías (2.000 personas). Este grupo fue conducido al edificio ubicado en la Rosenstrasse 2-4.
La noche del 27 de febrero aparecieron frente al edificio un grupo de mujeres y familiares de los judíos detenidos. Los días posteriores llegaron a congregarse cientos de participantes. La policía de Berlín se vio obligada a pedir a las mujeres que regresaran a sus casas repetidamente, pero las mujeres volvían.
Algunos testimonios cuentan que la policía llegó a amenazar con sus armas y arrestar a esas mujeres.
Días más tarde los detenidos de la Rosenstrasse fueron puestos en libertad. De los 6.000 judíos que fueron encarcelados en los otros campos de concentración la mayoría fueron deportados a Auschwitz – Birkenau.
Los judíos de «matrimonios mixtos», «judíos válidos» y algunos «casos excepcionales» fueron liberados
Hackescher Markt
La plaza Hackescher Markt es una de las más animadas de Berlín. Con diferentes restaurantes, terrazas, cafeterías, spätis y tiendas. Está ubicada en el extremo sur de Rosenthaler Straße y cruza por ella otra importante calle, la Oranienburger Strasse.
El lugar donde está a día de hoy la estación de Hackescher Markt lo ocupaba el foso de la fortaleza de la ciudad de Berlín. El conde Hans Christoph Friedrich von Hacke construyó la plaza en nombre de Federico II el Grande. La plaza comenzó a llamarse Hackesche Markt el 23 de julio de 1840.
A finales del siglo XIX, la plaza de Hackesche Markt, se convirtió en un punto neurálgico gracias al desarrollo del transporte público de Berlín y la Bolsa de Valores.
Durante la Segunda Guerra Mundial, gran parte de los edificios alrededor de esta plaza fueron destruidos. Con Berlín dividido, el centro oriental de la ciudad pasó a ser Alexanderplatz, reconstruida en los años 70.
Cuando se reunifica Alemania en 1990, se van a renovar muchos antiguos edificios y edificar en las zonas despobladas que se situaban en los márgenes del muro de Berlín. Se rediseña la plaza con una amplia zona peatonal. Debajo de la estación y en los alrededores se han situado un variado número de restaurantes con cocina internacional. Grandes terrazas, bares y cafeterías dan la bienvenida a los visitantes que desembarcan en la estación de Hackescher Markt para recorrer el antiguo Barrio judío de Berlín. Otro motivo de vista es el mercado semanal que se sitúa en medio de la plaza. Puestos de comida, obras de arte, souvenirs y muchas cosas más para el disfrute del local y del turista.
Monbijoupark (Parque Monbijou)
Si salimos de la estación y nos dirigimos a la isla de los museos de Berlín, cruzando el río Spree, encontraremos a mano derecha el Monbijoupark. Un parque de cuatro hectáreas que pertenece al barrio de Mitte.
El Palacio de Monbijou, era un palacio de recreo de estilo rococó ligero para la condesa Wartenberg. El edificio fue dañado durante la segunda guerra mundial y sus restos estaban en ese mismo lugar hasta 1959. Corrió la misma suerte que el Palacio de la Ciudad de Berlín, ya que en la época de la RDA no se destinaban fondos para reconstruir palacios aristocráticos.
Durante el primer Reich alemán, el castillo albergaba el Museo Hohenzollern, en el que se exponían la silla mortuoria de Federico Guillermo I, entre otras muchas cosas. Los terrenos del palacio se convirtieron en un parque en 1962 que fue posteriormente renovado en 1974. A día de hoy el parque tiene varios restaurantes, estudios de la Academia de Arte de Berlín, varias instalaciones deportivas recreativas y una piscina infantil.
Oranienburgerstraße (Calle Oranienburger)
La calle más importante del antiguo barrio judío de Berlín existe desde aproximadamente el siglo XIII. Era la conexión desde la Spandauer Tor (Puerta de Spandauer) del muro de la ciudad de Berlín hasta Spandau. Durante el siglo XVII todavía se podían encontrar aquí tierras de cultivo, una lechería y varios graneros de ladrillo.
El nombre de la calle se hace oficial el 26 de junio de 1824, cuando comenzó a desarrollarse como una vía importante del centro de la ciudad. En ella se encontraba la alta burguesía, numerosas sedes de empresas, instituciones públicas y grandes almacenes. Los judíos de Berlín dejaron su huella en esta concurrida calle.
Leyenda del Gespenstermauer (muro fantasma de Berlín)
En la calle de Oranienburger número 41 podemos encontrar un edificio que esconde la leyenda urbana del muro fantasma. Se dice que el espíritu de dos niños pequeños (fantasmas), aparecen a través de la fachada. Esta historia data de los años 80 cuando la ciudad estaba todavía dividida por el muro de Berlín.
La tradición recomienda dejar una moneda entre las grietas que aparecen en los ladrillos. A cambio cabe la posibilidad de que se cumpla un deseo. La petición debe ser humilde y positiva y no debes pensar únicamente en ti.
Große Hamburger Straße (Calle de la Tolerancia)
Esta calle también se llama la calle de las libertades religiosas o «Toleranzgasse». En memoria de las atrocidades ocurridas aquí durante la era nazi. En 300 metros estaba el primer cementerio judío de Berlín (Jüdischer Friedhof, 1672), el colegio Judío Moses Mendelssohn, la iglesia protestante Sophienkirche y el hospital católico Alexianer St. Hedwig.
Cementerio judío de la Grosse Hamburger Strasse
El antiguo cementerio o Alter Jüdischer Friedhof, lo utilizaron 50 familias de judíos vieneses que llegaron en 1671 a los arrabales de Berlin – Spandau. Cuando fue cerrado, el cementerio tenía 2.767 tumbas, incluidas las tumbas de Moses Mendelssohn (1729-1786). En el año 1844 se ubicó frente al cementerio una residencia de ancianos y a la izquierda una escuela primaria de niños. En 1942, ambos edificios se convirtieron en una prisión de la Gestapo. En 1943, hombres de las SS arrasaron el antiguo cementerio judío: profanaron los huesos de los muertos y cavaron trincheras sostenidas con lápidas destrozadas. En abril de 1945 se reutilizó como fosa común para los fallecidos de los bombardeos de Berlín.
En la década de 1970, Berlín Oriental retiró las lápidas judías restantes y las cruces de madera de las víctimas del bombardeo. Como conmemoración de lo sucedido solo dejaron una tumba simbólica de Moses Mendelssohn y un sarcófago hecho con lápidas destruidas. En el cementerio existía un busto de Moses Mendelssohn, realizado en 1909, estaba en el jardín delantero pero fue destruido por hombres de las SA en 1941.
En la lápida de Moses Mendelssohn aparecía su retrato en relieve y una placa con sus palabras: «Busca la verdad, ama la belleza, desea bien, haz lo mejor«.
En el año 1985 se colocó la escultura a las Víctimas judías del fascismo obra del escultor Will Lammert. Originalmente creada en 1957 para el memorial de Ravensbrück. Su obra nos muestra de una manera solemne un grupo de 13 personas fundidas en bronce con la mirada perdida. Un reflejo de lo sucedido en este lugar.
Colegio Judío Moses Mendelssohn
La escuela de niños inicialmente tenía su domicilio en Rosenstraße 12. En 1863 se trasladó a Große Hamburger Straße, donde el edificio de la escuela, que aún existe hoy, fue construido entre 1905 y 1906. Desde agosto de 1993, la comunidad judía ha vuelto a utilizar el edificio como escuela primaria y secundaria judía pero abierta a todo el mundo.
El 11 de marzo de 1942, la Oficina Principal de Seguridad del Reich desalojó la escuela, el 30 de junio del mismo año fue finalmente cerrada. El colegio, junto con el asilo de ancianos, fueron utilizados por la Gestapo. Se usaban como campo de tránsito para los judíos de Berlín destinados a la deportación. Desde aquí más de 55.000 judíos fueron deportados a los campos de exterminio.
Para quienes sobrevivieron al Holocausto en Berlín la Große Hamburger Strasse era sinónimo de vía de la muerte. El asilo fue destruido en 1945 en los últimos días de la guerra.
La casa desaparecida
Las piedras del tropiezo – Stolpersteine en Berlín
No es extraño encontrarse paseando por Berlín con multitud de memoriales, sin embargo éste puede ser uno de los más curiosos. El artista Gunter Demnig comenzó en 1992 a poner estas pequeñas placas doradas en diferentes localizaciones. Una de las diferencias de este elemento conmemorativo con otros, es que están situadas en el suelo. Las «Piedras del tropiezo» fueron creadas para recordar individualmente a las víctimas del partido NAZI deportadas y asesinadas durante el tercer Reich. Son placas de latón dorado, cuadradas y con los bordes redondeados que sobresalen muy poco por encima del suelo.
¿Qué significado tienen las piedras del tropiezo?
La idea principal es recordar los nombres de las víctimas nazis que fueron asesinadas y enviadas a los campos de concentración del nazismo. El significado de este memorial es que al agacharse para leer los nombres de las piedras, se realiza una reverencia a todas esas víctimas.
Las piedras del tropiezo son lo opuesto a la represión. Yacen a nuestros pies, frente a nuestros ojos y nos obligan a mirar. Proyectos como éste hicieron posible un diálogo entre la gente de Alemania e Israel.” – Avi Primor Diplomático y publicista israelí.
¿Dónde se encuentran las Stolpersteine o piedras del tropiezo?
Suelen estar situadas frente las casas dónde vivían las víctimas nazis. En el barrio judío podremos ver muchos ejemplos pero las podrás encontrar por toda la ciudad de Berlín. A principios de 2020 se habían colocado más de 75.000 piedras del tropiezo en 1.200 ciudades alemanas y en otros 26 países.
Gunter Demnig, en diciembre de 2018, amplió el concepto de las «Piedras del tropiezo» y creó las «Piedras del Recuerdo«. Estas piedras conmemoran las víctimas del franquismo. La primera de ellas fue colocada en Porreres (Mallorca). El artista recuerda, que sin el apoyo de los nazis, Francisco Franco no habría llegado al poder convirtiéndose en dictador por más de 40 años. En ocasiones podrás encontrarlas con flores o velas ya que celebran diferentes días conmemorativos:
- 27 de enero, Día Internacional de Conmemoración del Holocausto.
- 7 de abril, comienza el Día del Recuerdo del Holocausto Judío “Yom HaShoah».
- 9 de noviembre, día en que se conmemoran los pogromos de noviembre de 1938 (Noche de los cristales rotos o kristallnacht).
Sophienkirche (Berlin)
Seguimos caminando y encontraremos una iglesia anglicana, la Sophienkirche. La primera piedra se colocó el 6 de junio de 1712, la fundadora fue la reina Sophie Luise, última esposa de Federico I de Prusia. Más tarde, la iglesia recibió el nombre de Sophienkirche por Federico II en honor a Sophie Luise. La torre de la iglesia barroca fue añadida en los años 1732-1734 por el constructor Johann Friedrich Grael. A finales del s. XIX, la iglesia fue reconstruida en estilo neobarroco.
Visita espontánea a Berlín Este de Martin Luther King
El famoso pastor bautista llegó el 12 de septiembre de 1964 a Berlín invitado por Willy Brandt. El día siguiente pronunció un discurso en un acto de conmemoración del asesinado presidente John F. Kennedy. En su apretada agenda también debía asistir al «Día de la Iglesia». Un tradicional encuentro de las comunidades protestantes de Berlín con más de 20.000 participantes. Lo que nadie sabía es que también tenía planeado una visita a la parte este de la ciudad. El día siguiente pasó junto con su esposa por el «Checkpoint Charlie» y cruzó a la parte comunista. Según algunos medios, «una intervención divina» hizo posible lo imposible. Los guardias fronterizos de la RDA permitieron que Martin Luther King entrara utilizando su tarjeta de crédito American Express como documento de identidad.
Muchos ciudadanos de la parte comunista de Alemania adoraban a Martin Luther King, ya que había luchado contra la opresión y la injusticia de forma pacífica. El pastor estadounidense realizó dos sermones en la Marienkirche y uno en la Sophienkirche.
En 2005, se fundó el Comité de Berlín en memoria de Martin Luther King. Quieren recordar el legado de Martin Luther King conmemorando su visita a Berlín. Tienen información en su sitio web, ofrecen una exposición itinerante y conferencias. Gracias a este comité podemos encontrar placas conmemorativas en los lugares que Martin Luther King visitó durante su viaje a Berlín, incluida la Sophienkirche.
La habitación abandonada (Denkmal Der verlassene Raum Koppenplatz)
El memorial «La Habitación Abandonada» es una escultura de bronce de tres piezas y se encuentra en la Koppenplatz, 10115 Berlín. Consta de una mesa vacía y dos sillas, una de ellas tirada en el suelo. La obra simboliza la huida abrupta de miles de judíos durante el nazismo. En la base pueden leerse los versos de un poema de la escritora Nelly Sachs, superviviente del Holocausto y ganadora del Premio Nobel de literatura. El monumento fue creado por el escultor berlinés Karl Biedermann en colaboración con la arquitecta paisajista Eva Butzmann.
Clärchens Ballhaus (Salón de baile Clarita)
El Clärchens Ballhaus es uno de los últimos salones de baile del siglo XX que siguen vivos a día de hoy. Clara Bühler y su esposo Fritz inauguraron este gran salón de baile el 13 de septiembre de 1913 en Berlín. Clases de swing, salsa, merengue y cha cha cha eran impartidas en sus salones hasta la llegada de las restricciones del nazismo.
El nombre «Clärchens» se hizo muy famoso entre los berlineses gracias a la dueña del local. Mientras la alta sociedad se encontraba en el famoso Salón de los Espejos brindando con Champagne, todos los demás berlineses se lo pasaban en grande en el salón de baile en la planta inferior.
Un salón con más de 100 años de historia donde los habitantes de Berlín han estado bailando y divirtiéndose. A día de hoy el edificio y las salas se conservan tal y como eran, sobreviviendo a la guerra como muestra su fachada y a un rodaje de Tarantino. Escenas de Malditos bastados fueron rodadas en el salón de Clarita para el disfrute de los cinéfilos.
Aparte de clases de baile y restaurante, a día de hoy se puede disfrutar de un Biergarten en verano (terraza para tomar cerveza). No es de extrañar encontrarte estrellas de cine o televisión tomando un aperitivo con el buen tiempo.
Heckmann Höfe (Los patios de Heckmann)
Los patios de Heckmann son un conjunto de tres patios en el barrio judío de Berlín. Este patio pertenecía al suburbio de Spandau y se construyó en el año 1799. En el año 1887, Köhne había completado el área del patio con nuevos edificios adicionales. En él también se podía encontrar un establo para caballos y un cobertizo para carruajes.
En 1905 el ingeniero Heckmann adquirió las fincas y les dio su nombre actual. Sus empresas construyeron principalmente sistemas de destilería y tenían la sede administrativa en estos patios. También se pusieron a disposición apartamentos para los empleados de operaciones más antiguos.
El 12 de diciembre de 1950, durante la etapa comunista, la propiedad pasa a formar «parte del pueblo» por decreto del magistrado del Gran Berlín.
Actualmente, el espacio comercial está ubicado en la planta baja de los edificios residenciales y en el patio central. Se pueden encontrar restaurantes, tiendas, talleres, etc. Algunos de los edificios están protegidos por ser monumentos.
Nueva Sinagoga de Berlín (Neue Synagoge)
A mediados del siglo XIX, la comunidad judía de Berlín había contaba con unos 28.000 miembros. La única sinagoga en ese momento estaba en Heidereutergasse, cerca de Hackescher Markt, pero era demasiado pequeña. Oranienburger strasse era una zona residencial con una fuerte presencia judía, la comunidad adquirió un terreno donde se anunció un concurso de arquitectura para la nueva sinagoga. Se eligió el arquitecto Eduard Knoblauch. Cuando enfermó gravemente en 1859 fue reemplazado por el «arquitecto del rey», Friedrich August Stüler (autor del palacio de la Orangerie en Potsdam o la Alte Nationalgalerie en la isla de los museos). El edificio tiene un aire muy oriental, Knoblauch se inspira en la Alhambra de Granada al sur de España. Este estilo era común en la construcción de sinagogas a mediados del siglo XIX.
La construcción comenzó el 20 de mayo de 1859. Tuvo problemas con el abastecimiento de materiales ya que el era una obra muy elaborada. Podía albergar hasta 3.200 personas y fue una de las sinagogas más grandes de Europa cuando se construyó. La nueva sinagoga fue inaugurada en el Año Nuevo judío, el 5 de septiembre de 1866 (25 de Elul 5626 según el calendario judío). El que sería futuro canciller, Otto von Bismarck, estuvo presente en la ceremonia. Durante su mandato los judíos pudieron obtener plena libertad de derechos y realizar trabajos liberales.
Los antisemitas no soportaban el brillo de la cúpula de oro, para ellos era una provocación. Era el símbolo de la importancia y confianza en la comunidad judía de Berlín. La sinagoga judía más grande y más cara de Alemania.
La noche de los cristales rotos en la nueva sinagoga de Berlín
Durante la noche del 9 al 10 de noviembre de 1938, debido a los diferentes pogromos a nivel nacional, los miembros de las SA comenzaron a incendiar la Nueva Sinagoga. Wilhelm Krützfeld, jefe de la policía, lo impidió alegando que era un monumento histórico de la ciudad. Los bomberos pudieron apagar el fuego que se había iniciado en el interior del edificio, y salvaron la sinagoga de la destrucción.
La placa que aparece en la entrada de la Sinagoga es conmemorativa en honor a Krützfeld. Este hombre sufrió luego el acoso de los nazis por haber evitado un mal mayor.
Durante la segunda guerra mundial, la cúpula tuvo que ser pintada con pintura de camuflaje debido a la amenaza de ataques aéreos aliados. La sinagoga sufrió graves daños en la noche del 23 de noviembre de 1943.
Cuando acaba la guerra, los pocos judíos sobrevivientes en la ciudad fundaron una nueva comunidad judía con sede en el edificio administrativo de la sinagoga en Oranienburger Strasse. El objetivo inicial era crear de nuevo las condiciones adecuadas para la vida judía en Berlín y, por otro lado , preparar la emigración de aquellos que no querían quedarse.
En el verano de 1958, las partes dañadas del edificio fueron removidas por completo debido al riesgo de derrumbe y porque la reconstrucción no era posible. Solo quedó la fachada del edificio, como un monumento contra la guerra y el fascismo.
La nueva fundación Sinagoga de Berlín – Centrum Judaicum no se fundó hasta 1988. Fue durante los actos conmemorativos del 50a aniversario de la noche de los cristales rotos. La idea era reconstruir una nueva sinagoga y crear un centro para el cuidado y preservación de la cultura judía. El 10 de noviembre de 1988 se realizó la colocación simbólica de la primera piedra para la reconstrucción de las ruinas. Se descartó una restauración completa al estado original, la intención era tener un memorial para el recuerdo permanente al mismo tiempo que el edificio. La fachada y la cúpula principal fue reconstruido fiel al original. Una exposición permanente proporciona información sobre la vida judía en Berlín. También se exhiben algunos fragmentos arquitectónicos y partes redescubiertas del interior. En el espacio abierto en lo profundo de la propiedad, las piedras marcan la extensa planta de lo que solía ser la sinagoga principal. El edificio fue inaugurado el 7 de mayo de 1995. No se volvió a usar como sinagoga, pero tiene una pequeña sala de oración y culto.
El patio de los pollos muertos (Dead Chicken Alley)
El Dead Chicken Alley surge a partir de la creación del grupo artístico juvenil del mismo nombre. La traducción es el patio de “Los Pollos Muertos”. Después de la caída del Muro de Berlín, la ciudad estaba experimentando muchísimos cambios aprovechando todo el espacio urbano y edificios abandonados. El arte callejero se abría paso y nadie podía detenerlo. La normativa de Berlín prohibía el grafiti en las fachadas y muros. Los precios eran tan bajos que este grupo de jóvenes compraron el callejón para poder pintar sin restricciones.
A día de hoy todavía sigue funcionando como un museo o galería al aire libre. Muchos artistas dejan su huella aunque sea de manera temporal en él.
Cómo llegar a Dead Chicken Alley
El patio de los pollos muertos se encuentra en la zona de zona de Mitte, La dirección exacta es el número 39 de Rosenthaler Strasse.
Puedes llegar paseando desde Alexander Platz en apenas 15 minutos o con tranvía o S-Bahn (tren) a la estación de Hackescher Markt.
Qué ver en el Dead Chicken Alley
Dónde comer en el barrio judío de Berlín
Por la calle Oranienburger Str. podrás encontrar diferentes restaurantes de comida internacional.
- Amrit, Oranienburger Str. 45, 10117 Berlín
- Curry 61, Oranienburger Straße, Berlín
- Cocolo Ramen, Gipsstraße 3, 10119 Berlín
- Creasian Restaurant, Große Hamburger Straße, Berlín
- Monsieur Vuong, Alte Schönhauser Straße, Berlín
- Kamala Restaurant, Oranienburger Straße, Berlín
- Mustafa Demir’s Gemüse Kebap, Neue Promenade 7, 10178 Berlín
También puedes degustar comida kosher, pastrami y vinos de Israel.
- Hummus & Friends, Oranienburger Str. 27, 10117 Berlín
- Mogg, Auguststraße 11-13, 10117 Berlín
Artículo ecrito por: Kike Doniz